La vitrificación de óvulos ayuda a las mujeres a preservar su maternidad

Hace menos de dos décadas, lo extraño era que una pareja llegase a los 30 años y no tuviese hijos. A día de hoy, ocurre todo lo contrario, cada vez son más las jóvenes que deciden retrasar su maternidad, sin tener en cuenta que la capacidad para concebir va disminuyendo a medida que pasan los años. Según un estudio de IVI, la independencia económica de las mujeres se ha traducido en que en los últimos cuatro años el número de madres solteras se ha cuadriplicado y, en casi todos los casos, el perfil de la futura madre se repite: mujer entre 35 y 45 años con estudios universitarios. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad son 10.035.200 mujeres que desempeñan una actividda profesional.

Hace menos de dos décadas, lo extraño era que una pareja llegase a los 30 años y no tuviese hijos. A día de hoy, ocurre todo lo contrario, cada vez son más las jóvenes que deciden retrasar su maternidad, sin tener en cuenta que la capacidad para concebir va disminuyendo a medida que pasan los años. Según un estudio de IVI, la independencia económica de las mujeres se ha traducido en que en los últimos cuatro años el número de madres solteras se ha cuadriplicado y, en casi todos los casos, el perfil de la futura madre se repite: mujer entre 35 y 45 años con estudios universitarios. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad son 10.035.200 mujeres que desempeñan una actividda profesional. No es de extrañar que cada vez sean más las que se planteen retrasar la maternidad y, lo que es más importante, decidir en qué momento ser madres y compaginar trabajo y familia.

La alegría de Elia: “Ya no se me pasará el arroz”
La mujer nace con un número determinado de óvulos y su capacidad para concebir disminuye especialmente a partir de los 37 años. “Por el momento profesional en el que me encuentro no puedo ser madre pero, por otro lado, soy consciente de que los años pasan y de que mi reloj biológico comienza a aminorar su marcha”, explica Elia, una joven valenciana que no dudó en vitrificar sus ovocitos con 35 años. “Lo tengo claro, quiero ser madre y el no tener una pareja estable no me va a frenar”.
El Dr. Antonio Requena, director médico del grupo IVI, asegura que “la vitrificación de ovocitos significa un paso más en la planificación familiar porque también contribuye a que la mujer decida el momento de ser madre. Si en los años 60 la píldora anticonceptiva supuso una gran revolución en el campo de la sexualidad, el matrimonio y la familia, ahora estamos frente a una técnica innovadora que es el gran avance del siglo XXI a la hora de poder decidir cuándo ser mamá, sin las ataduras del paso del tiempo”.

Que el cáncer no te impida ser mamá
No sólo las mujeres que quieran aplazar su maternidad por cuestiones personales o laborales pueden acceder al programa de vitrificación de óvulos. A día de hoy, más de 200 pacientes en edad reproductiva a las que se les ha diagnosticado un cáncer han preservado sus óvulos de forma gratuita en cualquiera de los centros IVI antes de someterse a un tratamiento oncológico (quimioterapia, radioterapia o cirugía), para poder cumplir su sueño de ser madres una vez curadas, ya que más del 70% de los individuos sobrevive al cáncer pero ven dañada su fertilidad por culpa de la agresividad de los tratamientos
Pero, ¿los óvulos vitrificados tienen la misma calidad que los óvulos frescos? Ante esta pregunta, ginecólogos de IVI responden que sí, que tras la desvitrificación, los óvulos siguen teniendo la misma calidad, de hecho, esta técnica garantiza la supervivencia del 97% de los mismos.