El ejercicio físico reduce el riesgo de trombos en el EMBARAZO

Estudios recientes demuestran que la prevalencia global de acontecimientos tromboembólicos durante el embarazo es de aproximadamente 2 por cada 1000 partos, siendo más frecuentes en la pierna izquierda. La cesárea incrementa en 13,3 % el riesgo de padecer tromboembilismo. Además hay factores de riesgo, como tener más de 35 años, padecer obesidad (con un índice de masa corporal por encima de los 30 mg/ m2), ser multípara (tener varios hijos), pasar largos períodos de reposo en la cama y permanecer inmóvil durante 4 días o más; además de presentar hiperémesis, deshidratación, infecciones severas, falla cardiaca congestiva, síndrome nefrótico, anemia de células falciformes, lupus, diabetes, hipertensión y tabaquismo.

Estudios recientes demuestran que la prevalencia global de acontecimientos tromboembólicos durante el embarazo es de aproximadamente 2 por cada 1000 partos, siendo más frecuentes en la pierna izquierda. La cesárea incrementa en 13,3 % el riesgo de padecer tromboembilismo. Además hay factores de riesgo, como tener más de 35 años, padecer obesidad (con un índice de masa corporal por encima de los 30 mg/ m2), ser multípara (tener varios hijos), pasar largos períodos de reposo en la cama y permanecer inmóvil durante 4 días o más; además de presentar hiperémesis, deshidratación, infecciones severas, falla cardiaca congestiva, síndrome nefrótico, anemia de células falciformes, lupus, diabetes, hipertensión y tabaquismo.
La ginecóloga granadina, Milagros Cruz Martínez, asegura que “el riesgo se reduce al aplicar el protocolo establecido, basado fundamentalmente en ejercicio, la movilización precoz durante la hospitalización y distintas medidas de tromboprofilaxis físicas que, en ocasiones, han de combinarse con fármacos”. Esta especialista también sostiene que “la prevención es fundamental para disminuir su incidencia, por ello durante la consulta preconcepcional (antes del embarazo) debería realizarse una investigación detallada de los factores de riesgo de esta enfermedad, iniciando actuaciones para reducirlos, al mismo tiempo que se debe plantear la posible necesidad de tromboprofilaxis durante el embarazo”.