ALERGIA grave a alimentos o fármacos: los niños deben llevar un autoinyector de adrenalina

Los especialistas alertan de que en muchos casos las alergias pueden derivar en reacciones muy graves o anafilaxia, algo que puede ocurrir tras la exposición a una sustancia a la que el niño es alérgico (normalmente alimentos y fármacos). “En el 57% de los casos estas reacciones ocurren en el hogar y aproximadamente, hasta un 10% tienen lugar en la escuela”, explica el Dr. Francisco Hijazo, pediatra de Atención Primaria. La anafilaxia es una reacción grave que se presenta bruscamente tras la exposición a la causa desencadenante y en la que aparecen síntomas cutáneos (urticaria) o de afectación de mucosas, asociados a manifestaciones respiratorias (dificultad respiratoria) o circulatorias (bajada de tensión).

Los especialistas alertan de que en muchos casos las alergias pueden derivar en reacciones muy graves o anafilaxia, algo que puede ocurrir tras la exposición a una sustancia a la que el niño es alérgico (normalmente alimentos y fármacos). “En el 57% de los casos estas reacciones ocurren en el hogar y aproximadamente, hasta un 10% tienen lugar en la escuela”, explica el Dr. Francisco Hijazo, pediatra de Atención Primaria. La anafilaxia es una reacción grave que se presenta bruscamente tras la exposición a la causa desencadenante y en la que aparecen síntomas cutáneos (urticaria) o de afectación de mucosas, asociados a manifestaciones respiratorias (dificultad respiratoria) o circulatorias (bajada de tensión).
El Dr. Luis Echeverría Zudaire, pediatra de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Universitario Severo Ochoa, de Leganés (Madrid), propone que a los niños que han sufrido un episodio previo de anafilaxia moderado-grave se les prescriban dos autoinyectores de adrenalina, ya que “hasta en un 12 % de los casos, se precisan dos  dosis de adrenalina antes de llegar al hospital”. Además, los profesionales sanitarios recomiendan que los familiares y los pacientes jóvenes o adolescentes con alergia a alimentos y antecedentes de asma grave no controlado, deben disponer de un autoinyector de adrenalina y recibir entrenamiento adecuado para su uso. El autoinyector es una especie de bolígrafo, con aguja y medicamento incorporado, que en caso de necesidad administra el fármaco como una inyección. Su uso es muy sencillo, de manera que puede ser utilizado por los padres o incluso el propio niño si ya es mayor (adolescente) y sabe hacerlo.
Asimismo, el Dr. Echeverría insiste en la importancia de difundir más información sobre la anafilaxia y afirma que “se debe formar sobre el reconocimiento y tratamiento de esta patología tanto a médicos como a pacientes y a la comunidad en general incidiendo, especialmente, en el profesorado”.